Fernando Moreno

Respecto a la puesta en marcha de esta normativa

En esta vía está en cuestión el todo: es decir, la sociedad política (la Polis chilensis), en cuanto tal...

Por: Fernando Moreno | Publicado: Martes 25 de octubre de 2011 a las 05:00 hrs.
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En esta vía está en cuestión el todo: es decir, la sociedad política (la Polis chilensis), en cuanto tal. Lo que supone (desde “hace rato” e in crescendo) la energía propia de la ideología, la cual apunta al todo; no sólo a la “parte”: a la educación, para el caso. En lo cual, el fin -en el sentido moral (de bien) y propio del término- es un mero “objetivo”; “objetivo” no ajeno a la promoción de una nueva y “aggiornata” “vía chilena al socialismo”; animada ya por comunistas y anarquistas, no ajenos a la “Concertación”, con sus agentes (del Poder y el Dinero); sobrados en energía pero carentes de espíritu (Dostoievsky).



En esta dinámica violentista, el Sueño de Allende, de “las grandes avenidas”, aún es posible, y tal vez probable. Y es que, desde “arriba” (Agentes del Poder) se está “cultivando” un “dejar hacer dejar pasar”, que ya significan los acontecimientos ideológicamente protestarios de las, así llamadas, manifestaciones o marchas. Una vez más está en cuestión aquí la práctica de una impropia tolerancia. O, más bien, la carencia de una respuesta proporcional a la dinámica ideológica de evidente signo y energía marxo-comunista, hoy dominante.

La “pregunta”, de sentido común, ligada a la exigencia del Bien Común es: ¡Hasta cuándo! O, si se prefiere: ¿Qué esperan?
Es evidente que el gobierno de Piñera no ha sido capaz de enfrentar concreta y legalmente la criminalidad de “antisociales que saquean un supermercado, le lanzan piedras y bombas “molotov” a Carabineros, les parten la cabeza con un skate. Pero, el gobierno está obligado a enfrentar con suficiente y debida firmeza y urgencia la criminalidad, en vistas a la “quietud del orden” o, “unidad de paz”. No se ha estado a la altura de las exigencias del Bien Común. Sea lo que fuere, la tibieza y ambigüedad, más bien “democretina” del gobierno está casi “invitando” a completar, o restituir, lo que Allende y Cía. dejó -gracias a Dios y a la intervención militar- inconcluso. “Mañana” se podría invitar a dar “recetas” a Chávez o al “sandinista” Ortega, así como lo hizo la Unidad Popular con Fidel.

En todo caso, el “puntapié” inicial se anuncia ya con la invocación “SOS” de Bachelet; tal vez Lagos, y por qué no Frei Ruiz Tagle -como una especie de un “rescate”: político y tal vez prudencialmente ideológico. Muchos creímos que el saqueo concertacionista había terminado. Pero bastaría para “destapar” la “olla”, considerar la reciente denuncia del despilfarro del erario nacional en beneficio de falsos exonerados políticos. Dinero, que habría podido servir, para mejorar la Educación y la Salud. Es ya sabido, sin embargo, que los así llamados gobiernos de Concertación fueron, en lo concreto y manifiesto, “gobiernos” de un concertado saqueo el erario nacional chilensis: desde las “Aulas Tecnológicas” (Lagos) hasta la “fabricación de exonerados políticos”, dignamente denunciada por el senador Hosaín Sabag. Todo lo cual debe hoy ser rememorado por el Bien Común del pueblo chileno.

En todo caso, no se debe hacer de la tolerancia la vía de la imprudencia y de la injusticia, hacia una “avenida” (Allende) tan “amplia” como sería la de un criminal “marxo- chilenismo”, a la vez ideológicamente “progresista” y políticamente retrógrado.

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